El Frustrante método Wenger... Héroe o Villano??

Según parece, en el seno de la estructura “Gunner” hay una política definida que ni siquiera al más distraído de los amantes de este hermoso deporte se le ha escapado. Promover todo el tiempo, una y otra vez, jóvenes y talentosos jugadores. En teoría, este planeamiento sería el ideal para cualquier club de fútbol, debido a que la inversión que se hace por un jugador cuando es joven, es muchísimo menor a la que se tendría que hacer por ese jugador cuando esté consagrado. Inclusive a la hora de firmar un contrato, definir el sueldo, las primas, las cláusulas, es tremendamente más sencillo. Hasta ahí, la ecuación es perfecta. Lo que sigue tras las buenas actuaciones de los jóvenes talentosos es lo siguiente: si el joven milita en un equipo denominado “menor”, viene un equipo de mayor reputación y se lo lleva. Y si el equipo dónde milita es lo suficientemente grande como para retenerlo, la subida de sueldo y la firma de nuevos contratos se imponen de manera inmediata. El problema es que el Arsenal es un equipo lo suficientemente importante para retener a sus jugadores, pero aún así, no lo puede hacer. Y eso, en gran medida es gracias a su técnico y manager, el francés Arsene Wenger. Hagamos un poco de historia…



Arsene Wenger.



En la temporada 2001/02, el Arsenal saldría campeón de la Premier, de la mano de un excelente equipo, comandado por Dennis Bergkamp. Dos temporadas más tarde, seríamos testigos de lo que sin duda ha sido una de las expresiones más impresionantes del fútbol moderno: Arsenal ganaría la Premier 2003/04 de manera invicta, arrasando a todos sus rivales y exponiendo un juego único e inolvidable. Allí se vería la aparición de una nueva camada de líderes en este equipo londinense: los nombres de Vieira, Sol Campbell, Pires, Ljunberg, Ashley Cole y Thierry Henry quedarían inmortalizados en el antiguo Highbury. Además, Wenger le ganaría la pulseada al Real Madrid y al Manchester United, y se traería a la mejor “aparición” europea del momento, José Antonio Reyes, por el que pagarían 20 millones de euros. El conjunto Gunner, parecía estar en su mejor momento. Además, Wenger le “echaría el ojo” a un joven delantero holandés, por el que pagaron una cifra mínima.: Robin Van Persie.

En la temporada 2004/05, el Arsenal volvería a adelantarse a otros grandes equipos europeos que estaban interesados en adquirir los servicios de un notable mediocampista bielorruso, llamado Hleb, que militaba en el Stuttgart de Alemania. Por él pagaron 15 millones de euros.  Sin embargo, el equipo no prevaleció ni en la Premier ni en la Champions. De todas formas, el Arsenal era respetado a nivel mundial, porque practicaban un juego rápido, bonito y letal.

Idolo ayer y siempre, Dennis Bergkamp.

Los problemas comenzarían en la temporada 2005/06. Allí, Wenger decidió que era el momento de “desprenderse” del capitán Patrick Vieira, y aceptaría una oferta de 20 millones de euros, realizada por la Juventus de Italia. Esta decisión sería muy cuestionada por la afición, debido a que consideraban que el equipo sentiría mucho la falta del gladiador francés. Wenger tomó esa decisión, impulsado por la progresión del joven Cesc Fábregas, al que consideraba incompatible con el ahora ex capitán. Reforzó al equipo con el delantero togolés Emmanuel Adebayor, quien provenía de la liga francesa, y por el que pagó 19 millones de euros. Comenzada la temporada, el brazalete pasaría ahora a manos del jugador más representativo y goleador histórico del Arsenal, el gran Thierry Henry. Esa campaña, no dejaría ningún trofeo en las vitrinas londinenses, aunque lograrían llegar a la final de la Champions League, perdiendo 2 a 1 frente al Barcelona de Ronaldinho, Eto´o y Deco en París. Tras la derrota, la prensa criticó duramente a Wenger, alegando que en las finales y en los partidos decisivos como este, eran los jugadores como “Patrick Vieira” los que jerarquizaban al equipo y garantizaban resultados.

Wenger y Vieira. El 4 era capitán y clave en el equipo.

La temporada 06/07 arrancó muy movida, empezando por el mercado de pases. Se decía que Thierry Henry había quedado muy dolido y se sentía frustrado por la derrota en París. El rumor de que necesitaba nuevos desafíos y de que  se marcharía al Real Madrid, no paraban de girar alrededor de todo el mundo. Y cuando los medios aseguraban que el delantero francés y el conjunto español ya tenían un pre-contrato firmado, el Arsenal anunció con suma alegría que el francés había firmado un millonario contrato que lo ataba al Arsenal 4 temporadas más. ¿Cómo logró Wenger, convencer al mejor delantero del momento, para quedarse en Londres y no marchar rumbo a Madrid? Con el paso de los días, trascendió que ambos protagonistas tuvieron una importante charla, en la cual el técnico le había asegurado al delantero que armaría un equipo competitivo, trayendo algunas figuras y que, sumadas al plantel actual, competirían de igual a igual con el poderoso Barcelona, el firme Chelsea, el implacable Milán italiano y por supuesto, el siempre respetable Real Madrid.

Thierry Henry. Con Wenger casi alcanzó la perfección. 

Finalmente, nada de esto sucedió. Wenger traspasó a algunos jugadores históricos del plantel, tales como Campbell, Pires y Ljunberg, alegando que el equipo necesitaba “sangre nueva”. Esta decisión (que fue extremadamente impopular) sumado al retiro de Dennis Bergkamp, no solo molestó a la afición sino también a algunos de los líderes que estaban en el equipo. Este fue el caso del lateral internacional Ashley Cole, que se mostró sumamente disconforme y tras unas fuertes declaraciones, fue traspasado al equipo rival del momento, el Chelsea. A cambio, los “blues” le dieron al central francés William Gallas, de buen nivel en ese momento, aunque claramente no estaba a la altura del lateral zurdo. Además, el Arsenal traspasó a Reyes, tan solo por 7 millones de euros al Real Madrid. Recordemos que por él, el Arsenal había pagado 20 millones tan solo dos temporadas atrás. Y como si todo esto fuese poco, Wenger dispuso el fichaje de un futbolista de 16 años, por el que pagaron 12 millones de euros. Ese futbolista se llamaba Theo Walcott.

El Arsenal, como era de esperarse, no ganó ningún título importante esa temporada. La afición, siempre muy respetuosa y memoriosa, a pesar de los errores apoyaba a Wenger. Pero muchos de sus jugadores no.



Ashley Cole, se fue peleado con Wenger.



Kolo Touré, grave error de Wenger.



 De esta manera, en la temporada 2007/08 Thierry Henry se plantaría y pediría que lo dejen marcharse de Londres. Rápidamente el gran héroe y capitán, sería traspasado al Barcelona por 24 millones de euros. El descontento entonces, fue muy grande. Pero Wenger, firme y convencido de lo que hacía, tan solo adquirió los servicios de otro joven prometedor: el mediocampista francés Sammir Nasri, por el que pagó más de 20 millones de euros. Además decidió darle la cinta y la responsabilidad de manejar el equipo a quien consideraba su hijo pródigo: Cesc Fábregas. Esa temporada el Arsenal lograría imponer un ritmo  y una calidad de juego impresionante en cada uno de sus partidos. Su fútbol llenaba los ojos y todos los jugadores parecían encajar perfectamente en el sistema. El único y no menor aliciente, era que los “gunners” no ganaban ningún título. A la hora de la verdad, el equipo parecía no estar a la altura de la circunstancias, y otra temporada se fue sin pena ni gloria.

La temporada 2008/09 el éxodo de los buenos jugadores se haría notar más. Para empezar, el Barcelona de Guardiola, se llevaría por 15 millones a Hleb. El nivel del bielorruso era notable en el conjunto londinense, pero Wenger aún así decidió traspasarlo por el mismo monto que habían pagado por él, tiempo atrás. En Inglaterra, ya había aparecido un poderoso jeque árabe, que había comprado al Manchester City, con la promesa de fichar a los mejores jugadores y armar un “super equipo”. Su primer paso, fue la contratación del marfileño, Kolo Toure, unos de los defensores más valorados y de moda en Europa. Touré, titular indiscutible del Arsenal, y pieza fundamental en la estructura “gunner”, se fue por tan solo 11 millones de euros. En su lugar llegó el belga Thomas Vermaelen, por el que Wenger pagó 15 millones. También contrato al potente carrilero francés, Bakary Sagna por 12 millones de euros. La temporada no empezó bien para el Arsenal, y por eso Wenger pagó 13 millones  por el “exótico” jugador ruso, Andreii Arshavin, en el mercado de invierno. De todas formas, tampoco llegaron los títulos. El Arsenal llegó a las semifinales de la Champions League de esa temporada, pero perderían claramente frente al Manchester United de Cristiano Ronaldo. La prensa inglesa, le pedía al técnico francés que en lugar de contratar varios jugadores de nivel medio, contratara a un crack, un jugador consagrado para levantar al equipo. Pero Wenger seguía con estructura.

Fábregas, siempre considéró a Wenger como un segundo padre.

Así, llegó la temporada 2009/10. El Barcelona se había consagrado campeón de absolutamente todas las competiciones: Liga, Copa del Rey, Champions, y Supercopas. Por eso, el Real Madrid que necesitaba armar un equipo competitivo y dar un golpe de efecto, anunció que irían con todo para contratar a Fábregas, el alma del Arsenal. Rápidamente Wenger se puso en movimiento y le pidió a Fabregas que se quedara, utilizando el “método Thierry Henry”. Wenger prometió fichajes y la mejora inmediata del equipo. Pero rápidamente se vio que no podía sostener nada de lo que dijo, porque ante una buena oferta del Manchester City, era ahora el togolés Emmanuel Adebayor, quien se iría del Emirates Stadium. También se iría un muy buen mediocampista, titular con Wenger: el francés Flamini se iría traspasado al Milan de Italia. Poco a poco, el técnico francés empezó a darle mayor importancia y responsabilidades al segundo capitán del equipo, Robin Van Persie. Él, junto a Fabregas, eran los ídolos de la afición y en quienes Wenger depositaba toda su confianza. Esa temporada llegaría un poderoso delantero, llamado Marouane Chamack que provenía del Bourdeos de Francia. Pero ni en esa temporada ni en las siguientes, logró hacerse un hueco en el equipo titular. Nada de esto alcanzaría y nuevamente el Arsenal defraudaría a su afición y a la dura prensa amarillista, que criticaban con dureza la falta de ambición de Wenger.

La temporada 2010/11 llegaría como un torbellino. Aparentemente el Barcelona haría todo lo posible por llevarse a su hijo pródigo, el capitán Fábregas. Desde el círculo íntimo del jugador, se decía que Cesc quería y necesitaba irse al Barcelona, porque aunque respetaba y le agradecía a Wenger por todo lo realizado, se sentía estancado en el Emirates. Nuevamente Wenger utilizó su muñeca y con un fino trabajo logró que Cesc se quedara por lo menos una temporada más. Le dijo que todos los jóvenes que estaban en el Arsenal pronto explotarían y que cuando eso sucediese podrían pelear de igual a igual con cualquiera. Lamentablemente, Cesc le creyó, pero este ya no fue el mismo jugador. Fábregas sintió la falta de motivación y cuajó la temporada más pobre desde que estaba en Londres. Muchas lesiones, falta de goles y del carisma que siempre lo caracterizó. A lo largo de la temporada, Van Persie fue tomando el protagonismo absoluto del equipo y mientras Cesc no estaba, se ganó el respeto y el apoyo total de Wenger y de sus compañeros. De todas formas, el Arsenal no podría luchar por el título de la Premier, quedando bastante relegado de la lucha muchas fechas antes del final. Y como si el destino le hubiese jugado una mala pasada, en octavos de final de Champions League, se enfrentarían frente al Barcelona, rival con el que quedarían eliminados y con un Fábregas que cometió un error garrafal saliendo de su área y permitiéndole el gol de la eliminación a Leonel Messi.



Van Persie, el último ídolo "Gunner". Ahora campitán.



Todos sabían lo que sucedería en la temporada 2011/12. Wenger ya no podía sostener sus palabras, porque a lo largo de 6 temporadas, el Arsenal no había podido quedarse con ningún título importante. La mayoría de los buenos jugadores que progresivamente se fueron marchando, habían conseguido títulos. Vieira con el Inter, Ashley Cole con el Chelsea, Thierry Henry y Hleb con el Barcelona, y Reyes con el Atlético Madrid. Touré y Adebayor, que se habían ido al Manchester City, fueron claves para que el equipo, terminara tercero en la Premier, por encima del Arsenal que terminaría cuarto. De esta manera, sucedería lo inevitable: Francesc Fábregas se marcharía al Barcelona de España, por 34 millones de euros, una cifra para muchos “insuficiente” por la edad y la categoría del mediocampista. Enseguida detrás de él, se fueron Sammir Nasri y Gael Clichy, (dos titulares indiscutibles y claves en el funcionamiento del equipo) nada más ni nada menos que al Manchester City, es decir, un rival directo del Arsenal en la lucha por la Premier. La prensa le cayó con todo a Wenger, acusándolo de ser el único responsable por el éxodo de jugadores. Los siguientes movimientos en el mercado de pases, tampoco ayudaron demasiado a la situación. Arsenal contrató a un importante número de jugadores de nivel apenas aceptable, sin ningún tipo de jerarquía en sus espaldas: Gervinho, Arteta, André Santos, Benayoun y Mertesacker. El único sobreviviente de aquellas épocas doradas es el ahora capitán Robin Van Persie, el último gran  ídolo de la afición.

Entre medio de todas estas temporadas, hubo otros jugadores contratados por Wenger que pasaron sin pena ni gloria por la institución, como Rosicky, Eduardo Da Silva, Koscielny, Bendtner, Lauren, Carlos Vela, Denilson, etc. ¿Qué sucedió en todo este tiempo, para que en el 2003 el Arsenal le ganara la pulseada al Real Madrid por Reyes y ahora no pueda ni siquiera retener a sus jugadores? ¿Fue Wenger un previsor, que entendió mejor que nosotros los momentos para deshacerse de algunas jugadores, o simplemente tomó decisiones horrendas? ¿Si el Arsenal hubiese cambiado de técnico a tiempo... podríamos tener hoy en día a un equipo tan fuerte como Barcelona, Manchester United y Real Madrid?